DON QUIJOTE
Don Quijote divisó unos molinos de viento que había allá a lo lejos pero creyó que eran gigantes, cosa que el nunca pudo negar que lo fuesen.
Don Quijote fue un campo para llegar a ver su Dulcinea, pero divisó unos molinos de viento. Se imaginó que eran unos gigantes y las aspas los brazos. Sancho Panza le dijo que no eran unos gigantes, eran unos simples molinos pero Don Quijote no se detuvo y fue a atacar con su gran caballo. Lo único que consiguió fue un porrazo que se llevó rodando al caballero con su caballo. -Ya le dije Señor que esos no eran gigantes, ¡que son molinos!
-Que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza; cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; más al cabo al cabo han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
-Dios lo haga como puede.
Y ayudándole a levantarse siguieron su camino.
FIN
miércoles, 28 de abril de 2010
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