SALVAJE SELVA DEL PLANETA EXCALIBUR

Érase una vez una pulga que vivía en un planeta desierto llamado Excalibur. Se llama así porque se parece a una espada, inventada además en un juego de DS llamado Scribblenauts. La pulga esta triste y solitaria, además de que es el siglo 1 y la tecnología no la va a rescatar de aquel horrible mundo. Pero, en medio del camino encontró a un "pulgo" y se enamoraron. Deseosos de vivir en aventuras y riquezas anduvieron y anduvieron... Dieron 87 vueltas al mundo pero no encontraron nada. Así que giraron 90 grados y siguieron dando vueltas, ¡al fin! Encontraron una semilla y la plantaron. Hay un problema, sol tienen mucho pero agua la tienen helada. Tienen que calentarla, pero... ¿Cómo lo harán? Y si lo hacen, ¿Qué aventuras les esperan?

¡Tuvieron una idea! Cogieron y lamieron el agua, el agua absorvida la tenían dentro de la boca. Intentaron escupir en la semilla y como era mágica pudieron trepar en ella hasta la Tierra. Les esperaba una gran sorpresa. Una ciudad llena de basura y luz. Estaba claro, añoraban su casaaaa. Así que robaron unas cuantas semillas y se la llevaron al planeta Excalibur. Total, si necesitaban más podían volver a trepar a la Tierra. Primero intentaron hacer muchas más pulgas. Plantaron las semillas e hicieron una selva. Las pulgas habían plantado muchas semillas y estaban asustadas. Cogieron agua y plantaron más. ¡Oh no! ¿Sabéis que pasó? Un león bajo al planeta y se escondió en la selva. Las pulgas morían aplastadas. Pero una tuvo una idea. Trepó hasta su ocico y habló con el chorizo.

- Hola hola.

- Has tenido mucho valor para trepar aquí- añadió el león.

- ¿Por qué no podemos ser amigos?- gritó la pulguita.

- Mmm... ¿Tú y yo?

- Podríamos hacer muchas cosas juntos.

Al final se hicieron amigos, la pulga le tendió una trampa y le metió en un saco con ayuda de las demás pulgas. Ella, apenada, hizo un discurso:

- Podemos hacer un acuerdo- gruñó ella- Si lo sacamos seremos más felices, ya veréis.

Las demás pulgas no querían pero como son tan buenas lo obedecieron. El león, sorprendido, vio que las pulgas no son tan mala gente. Se extendió el rumor y muchos animales vinieron a este mundo. Los humanos no podían acceder al escondite de la semilla para bajar a Excalibur, así que los animales vivieron felices en la Tierra y en Excalibur.