El físico alemán Wilhelm Roentgen estaba tranquilo en su laboratorio haciendo sus experimentos diarios cuando descubrió un dispositivo con una extraña luz donde salía una fluorescencia en una pantalla cuadrada. Lo más curioso que pudo comprobar era al poner un papel, tela, cartón o un trozo de madera delante de aquella forma de luz, ¡lo atravesaba! Como si fuese algo transparente. Para colmo, un día, puso la mano delante y... ¡se vio el esqueleto de la mano! Así que como todos los científicos que inventan cosas le puso el nombre a aquella rara luz... Los rayos X. En ese momento descubrió las radiografías, sí, las que utilizamos hoy en día. Nunca quiso obtener dinero gracias a su creación pero si ganó el Premio Nobel de Física en 1901.
Comentario final
A mí me parece que este hombre fue mucho más importante que cualquier futbolista o cantante. Porque sin este hombre nuca hubiésemos sabido cómo teníamos el esqueleto. Si preguntásemos a alguien por la calle quién es este hombre, ¿os imagináis que nos dirían? No, porque a ninguna persona le importa lo que crean los más grandes científicos, ni se molestan en saber nombres de los más grandes científicos. Y eso me da rabia, al menos, estudiaré historia para que no me pase a mí.
Buen resumen y muy buen comentario.
ResponderEliminar¿Por qué están las palabras subrayadas así?
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