El monstruo de las galletas.
Érase una vez una niña muy rica que vivía en una mansión.Un día cuando iba al baño, (mejor, corría al baño), recordó a su abuelita cuando una vez le dijo que el monstruo de las galletas aterraba a las niñas malas.
-¿Abuela, no estabas muerta? ¿Tu vives aquí?
-Calla niña, esto es un recuerdo.
Al día siguiente vio a un viejecito paseando por la calle. Ella, como se aburría no podía hacer otra cosa que gastarle una broma: Le dio una azancadilla, justo cuando iba a caer le tiró un cubo de agua y cuando se iba a levantar puso un ventilador, cogió un saco de plumas y se lo hechó. Luego cogió el lanzallamas y... Bueno, mejor no os lo cuento, nadie quiere pensar en un viejo huyendo de un lanzallamas, ¿no? Se fue a casa y para colmo la castigaron con 7 siglos encerrada en la habitación. Se enteraron gracias a que las últimas fuerzas del viejo fueron para llamar a los padres de la cría.
- No es justo- dijo la niña- Empezó él.
- Pero el viejecito no lo castigamos porque tiene claustrofobia y, además, le daría un ataque verse solo, encerrado. Aún cree en el monstruo de las galletas.
- Recuerdo que la abuela me lo comentó. Mmm... Abuela, ¿eres un fantasma?
- Niña, mejor me voy al cielo, que soy muy mayor para estas cosas.
Una noche fría de invierno la muchacha se acostó. Pero, de pronto, un gran ruido la despertó.
- Soy el monstruo de las galletas, ahora te voy a meter 3.174.991 galletas en la boca por mala, pobre viejo.
- Empezó él. Brrrr, plof, pum. Soson demaaaaasisisadaas
gggaaallellelletaaazzzzz. Yuujuu.
- MUAJAJAJA.
Y al final a la niña la metieron en un manicomio junto al monstruo de las galletas.
A si que vivieron felices y comieron galletas, fin.
En realidad todo fue creado por su mente, a veces, la mente puede engañarte y ser mas ágil de lo que crees.
- ¿Tu quién eres? ¿Vives aquí?
Niña, callate, que es mi cuento.
CONTINUARÁ, PERO HOY NO, MAÑANA.....
jueves, 14 de octubre de 2010
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