Érase una vez una familia de gatos blancos con rayas negras. La madre estaba entusiasmada porque iban a nacer sus cuatro gatitos. Pero al cuarto parto vieron un gato negro con rayas blancas. ¡Nunca vieron un gato tan feo! La madre enfadada dijo gritando :-¡Vete de aquí chucho! ¡Tú no eres mi hijo! ¡Vete con alguien que te quiera porque yo no te quiero!
-Pero si nací de tu barriga mamá.
-¡No me llames así! Y ahora vete con un perro de tu raza.
-Si soy un gato...
-Ja ja ja. No me lo creo, este tiempo hablando con un perro podía haberlo aprovechado para jugar con mis gatos blancos con rayas negras. Y no te escucho cara chucho.
-Bua bua bua. Si soy su hijo...
El pobre gatito se fue a Las Vegas todavía llorando... Se durmió debajo de un coche muy molón. Pero al llegar el hombre del coche vio la cola negra con rayas blancas y se mostró humilde con él al llevarlo en su coche. El gato se despertó y maulló con todas sus fuerzas pero el hombre no le hizo caso. El gato estaba encerrado en una jaula y no podía arañar a ese conductor. Al final el hombre lo soltó en un parque. El gatito que no tenía ni siquiera nombre se paseó por la tierra del jardín y... ¡Vaya sorpresa! Vio muchos partos de una gata muy feliz, eran de color negro con rayas blancas pero se equivocó porque al acercarse le preguntó a la gata madre de que color eran porque no lo distinguía y ella le dijo :-Somos de color blanco con rayas negras, ¿Por qué lo dices?
-Bua bua bua bua...
-Mmm... ¿...? ¿Por qué lloras?
-Todos los gatos que he visto son blancos con rayas negras y yo soy lo contrario, el bicho raro.
-¡Ja ja ja! ¡Ja ja ja! ¡Que risa!
-¿Por qué te ríes?
-Porque los gatos blancos con rayas negras y los gatos negros con rayas blancas... ¡Son lo mismo! Ja ja ja.
-¿Qué?
-¿Tu me ves alguna diferencia con respecto a ti?
-Pues... ¡No!
-Anda y ve con tu familia, les darás una buen sorpresón.
-¡Sí! Muchas gracias por todo.
-Muchas denadas. Je je je. ¡Adiós!... Se fue sin despedirse. Será maleducado...
El gato corriendo sin parar se fue a su casa pero ellos estaban encima de una casa, en el tejado.
El gato no se rindió, maulló hasta que su madre le quiso escuchar :-¿Que quieres gato feo?
-¡Mamá! Como me alegro de verte.
-No soy tu madre pesado.
-Si lo eres porque un gato blanco con rayas negras y un gato negro con rayas blancas... ¡Es lo mismo!
-Pero que dices gato tonto.
-Si ma...
-¡Que no me llames así!
-Mmm... No sé que decirte más para que me creas... Ya sé.
-Que.
-¿Tu le ves a tu cuerpo alguna diferencia respecto al mío?
-Una pregunta muy fácil. ¡Sí!
-¿Cuál es la diferencia?
-Ejem... Esto... Ninguna...
-Ajá. ¿Lo ves?
-Si...
-Bueno... Me voy. Solo quería decirte eso... Adiós mamá...
-Espera. Vuelve con nosotros ,tu eres mi hijo ¿No?
-¡Sí! Espera que subo.
-¡No señorito! Yo voy a por ti. ¿Y si te hicieras daño?
-Mamá... (Era mejor no tener madre...)
FIN.
Muy bien, Irene. Veo que has resuelto tus problemas. Cuando volvamos de las vacaciones aprenderemos muchas más cosas con el blog.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Si profe solucioné mis problemas, parecía que cuando ponía la dirección del blog no se ponía, ahora si se pone, nosabía como cambiar la entrada bla bla bla...
ResponderEliminarEspero que os guste mi redacción. ¡Adiós!